El mal humor es una enfermedad social, con carácter de epidemia según dónde, que (des)ordena el mundo moderno, a la vez que lo contamina, en categorías de mala fondinga. La persona malhumorada es portadora de una carga energética (negativa, claro) que va transmitiendo a impulsos sádicos, en amperios de cabreo pistonudo. Cuando un malhumorado entra en contacto con un prójimo, le sacude un zurriagazo...
Para algunos el café hay que tomarlo amargo. Para que tenga todo y sólo su sabor. El sabor que vuelve de dentro, trago a trago, y se paladea. Desde lo más hondo de uno mismo. Marcados por el éxito de nuestros quehaceres, un café alivia y corona "la disgregación de cada día, las horas largas y nuestras costumbres vanas". Tal vez, sea también nuestra vida. Esa que tú y yo sabemos y que te invito a desgranar aquí.
Hay gente muy educada que nunca tiene malhumor delante de los demás pero son más falsos que Judas que te dan un beso y te venden.Puigdemont y Junqueras no suelen estar de mal humor y son de lo peor que hay en España.Hay muchos psicópatas que no están de mal humor delante de los demás y los traidores y los mentirosos compulsivos.¡Que se castigue el mal humor por ley!
ResponderEliminarNadie que se encuentre a gusto con la vida se suicida.Tampoco el que se suicida es culpable porque al suicidarse no tiene libertad,el suicida no goza de libertad al suicidarse según dice una de las personas que mas ha estudiado el suicidio en España,la psiquiatra que trabaja en un hospital de la Barcelona no independentista,doctora Carmen Tejedor.