Para algunos el café hay que tomarlo amargo. Para que tenga todo y sólo su sabor. El sabor que vuelve de dentro, trago a trago, y se paladea. Desde lo más hondo de uno mismo. Marcados por el éxito de nuestros quehaceres, un café alivia y corona "la disgregación de cada día, las horas largas y nuestras costumbres vanas". Tal vez, sea también nuestra vida. Esa que tú y yo sabemos y que te invito a desgranar aquí.
He viajado poco pero estuve en Francia.Ahora que se han inventado una expresión los que creen que han descubierto algo importante,quizás a este artista se le puede emplear eso de que quizás fuera un PAS (Personas Altamente Sensibles),son tan sensibles que pueden ser artistas que no acaban bien.Siempre ha habido personas así pero ahora le buscaron la palabrita y creen que han encontrado la piedra filosofal.Ahora me acuerdo de la maldita palabrita .El malditismo de los Hermanos Panero,me ha venido a la mente.
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