Para algunos el café hay que tomarlo amargo. Para que tenga todo y sólo su sabor. El sabor que vuelve de dentro, trago a trago, y se paladea. Desde lo más hondo de uno mismo. Marcados por el éxito de nuestros quehaceres, un café alivia y corona "la disgregación de cada día, las horas largas y nuestras costumbres vanas". Tal vez, sea también nuestra vida. Esa que tú y yo sabemos y que te invito a desgranar aquí.
Los que tenéis una altísima autoestima os podéis reír de vosotros mismos y divertiros muchísimo,pero ya que tenéis tanta autoestima enseñad a los que se desprecian,por maltrato infantil de tíos envidiosos y no hagáis creer que es tan fácil como para los que mamasteis tanta teta que casi os quedáis con el pezón en la boca.
Los que tenéis una altísima autoestima os podéis reír de vosotros mismos y divertiros muchísimo,pero ya que tenéis tanta autoestima enseñad a los que se desprecian,por maltrato infantil de tíos envidiosos y no hagáis creer que es tan fácil como para los que mamasteis tanta teta que casi os quedáis con el pezón en la boca.
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